De las primeras memorias de la infancia guardo intacto el recuerdo de un viaje a la región oriental de la isla y de otro recurrente a las provincias; Matanzas y Pinar del Río. Recuerdos de viajar en familia que quedarán grabados en mi mente como una huella monumental sobre los campos de Cuba. Una huella que desembocará con el tiempo en un especial interés por el mundo rural.

Como una frase de Rembrandt: “Elige solo una maestra, la naturaleza”. Así fui desarrollando mi universo bucólico y diverso. Me gusta experimentar y dejarme llevar por la emoción que me provoca el paisaje; La Casa Grande, La Casa Común.

Creo que todo está ahí, esperando por uno… Y siento la necesidad de ir por eso que me atrae. Quizás mi mayor reto está en hilvanar todo lo que hago en aras de encontrar una misma esencia.